sábado, abril 29

Aftermath

Resulta cuando menos triste saber que hoy más de uno de mis alumnos me considera hipócrita por lo que dije sobre el Merani. Considero que si de algo me pueden declarar inocente es de ser hipócrita. Si le oculté las cosas que pensaba a mis alumnos fue por razones netamente laborales (resulta apenas obvio que uno no puede decir las cosas que piensa dentro del trabajo, sobre todo allá), pero las personas del Merani con las que he hablado y comprenden la situación saben lo que yo pienso y lo que pasó.

Sinceramente, me duele. Y mucho. Sin embargo, en este momento de mi vida no estoy para retractarme de lo que dije. Al contrario, lo reafirmo. Cada día que pasa me siento más feliz de mi decisión de haber dejado el Instituto, muy a pesar de dejar de ver a personas que aprecio y quiero. Creo que, con todo lo de este semestre (tanto académico como emocional), estar en el Merani insatisfecho me hubiera generado un estrés que no me lo hubiera domado nadie. Y prefiero estar relativamente tranquilo y sin plata a tener un sueldo mínimo con el estrés de la vida.

Si alguno de mis alumnos llegase por casualidad a leer esto, quisiera que sepan que los extraño como nadie. Que me disculpen si los llegué a herir, pero que también consideren todo lo que pasó. Me encanta saber que tienen posturas libres, que buscan la forma de expresarse como seres independientes, que el alma les queda corta para todo lo que quieren hacer. Ojalá me perdonen por lo que dije, y reitero por enésima vez: Cuando me refiero al Merani no me refiero ni a sus alumnos ni a sus profesores. Me refiero única y exclusivamente al señor de Zubiría, porque en él se concentra el Merani en una forma similar a la que, guardadas las diferencias, se concentra Corea del Norte en Kim Jong-Il. Creo que los alumnos hacen lo que pueden, y lo hacen a las mil maravillas. Y los profesores se convirtieron a un apostolado de verdad. Pero, como ha ocurrido muchas veces en la historia, si el macho alfa de la tribu está mal, toda la manada está mal.

No quiero citar nombres de las personas a las que extraño de allá. Ellos saben quienes son. Dudo que pueda verlos (después del célebre bollo meranista creo que estoy vetado) pero los acompaño en el alma.

Como escribí en un e-mail posterior a los e-mails publicados por Azul, quisiera que me importara un carajo lo que pasa en la susodicha institución. Pero no se puede. Allí está gente que quiero, gente que estuvo allí en las buenas y en las inmundas, gente que no quiero ver mal. Y tal vez por eso escribo lo que pienso del Merani, porque ellos me preocupan. Si no me preocuparan ellos, seguramente este post no existiría.

Quisiera terminar esto con una foto de la camiseta que me firmaron el último día, es lo que siempre veo cuando estoy down. Ellos (mis alumnos) sin saberlo se convirtieron en una fuerza brutal en mi vida, y espero verlos -si no en el Merani, en el largo y sinuoso camino que sigue- convertidos más que en "bachilleres científicos", "analistas simbólicos", "tesis laureadas" o "excepcionales" (o "superdotados" o "talentosos", el término puede cambiar mañana, en junio, en el 2008 o cuando Colombia por fin gane el Mundial), en personas. En seres humanos honestos a los cuales no les da miedo ser como deben ser. Personas auténticas que no teman expresar sus pensamientos aún a costa de los problemas consiguientes. Que hagan lo que se les de la gana en la vida, pero que lo hagan bien, sea Literatura, Ingeniería Electrónica, Secretariado Bilingüe o Talabartería. Pero que lo hagan de forma honesta, auténtica y con todo el trabajo del mundo.

XTRÄAS:
- Morcheeba es música sexy. Period.
- Estoy indignado por la propaganda del señor Uribe. Tiene la desfachatez de negar, bajo la excusa del "testimonio", la masacre de la UP.
- Fin de semana bonito. Muy bonito.

Listener supported: Banquet (Bloc Party canción para ser buena carajo), Come away with me (Norah Jones), Charango (Morcheeba & Pace Won), Greed for your love (Missy Higgins), When we are together (Texas), O' Sailor (Fiona Apple)